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    Enseñanza Sobre la Seguridad con Extraños a Niños con Autismo

    Topics: Elementary (4-12), Teen (13-17), About Autism, Advice for Parents and Caregivers

    Enseñanza Sobre la Seguridad con Extraños a Niños con Autismo

    Enseñar a niños pequeños sobre la seguridad alrededor de extraños no es nada nuevo. De hecho, la mayoría de los adultos pueden recordar que durante una edad temprana sus padres y maestros hablaron con ellos sobre los peligros de “aceptar dulces de un extraño” o “subirse en un automóvil con alguien que no conoces”.  Para los jóvenes de hoy, estas mismas ideas todavía existen, pero a los padres les puede resultar aún más difícil proteger a sus hijos de extraños, no solo en el sentido físico, sino también virtualmente, en un mundo de teléfonos celulares, mensajes de texto y redes sociales.  Para los padres de niños con autismo, estos desafíos pueden magnificarse debido a las debilidades sociales y de comunicación que experimentan sus hijos.  Las personas autistas no siempre captan las sutilezas de las interacciones sociales tan fácilmente como sus compañeros de desarrollo típico.  Ellos tal vez no comprendan el por qué abrazar a un amigo en un día de juego está bien pero no es aceptable abrazar un extraño en la acera.  Estos tipos de destrezas de seguridad a menudo necesitan ser enseñadas explícitamente para que los niños las entiendan, practiquen y las generalicen en la vida cotidiana.  

    blog_title_strangers.jpgAunque a menudo los padres y maestros tienen las mejores intenciones al enseñar a los niños con el trastorno del espectro autista (TEA) sobre la seguridad alrededor de extraños, el apodo utilizado “peligro de extraños” puede tener algunas repercusiones negativas especialmente para niños con el TEA, los cuales tienden a ser muy rígidos en su comprensión del mundo.  Cuando los padres y los maestros hablan de “extraños” pueden estar imaginando a la persona de aspecto estereotipado peligroso caracterizada en la televisión y en las películas que está a acecho alrededor de los patios de recreo y las escuelas en una camioneta sin placas y ventanas.  ¡Es comprensible que los adultos quieren proteger a sus hijos o estudiantes de alguien que cumpla con esa descripción!  Sin embargo, la realidad es que para un niño pequeño esta persona es igual de extraña que un cajero en una tienda de comestibles, un mesero en un restaurante o la recepcionista de un consultorio médico.  Pero si los padres les enseñan a sus hijos a nunca hablar con extraños, pensando solo en el espeluznante conductor de la camioneta, los niños tal vez internalicen que ellos tampoco deberían hablar con los empleados de una tienda, conductores de un autobús y otros.  Esto puede ser perjudicial si un niño se encuentra perdido en un centro comercial pero no habla con un guardia de seguridad que intenta ayudarlo porque le han enseñado a no hablar con extraños.  Los extraños en sí mismos no son necesariamente peligrosos. Para los niños con autismo algunos extraños pueden ser más seguros o aceptables de hablar que otros.  Además, algunas situaciones justifican estas conversaciones más que otras.  

    Extraños “seguros”

    Para funcionar en la sociedad, las personas deben hablar con extraños todos los días.  Las personas hablan con extraños a diario, desde ordenar queso, pedir a un empleado de la gasolinera que llene el tanque, cenar en un restaurante, hasta interactuar con reparadores, asistentes de vuelo, bibliotecarios o guardias de cruce.  Como se mencionó anteriormente, al decirle a niños pequeños con autismo que no deben hablar con extraños, los padres y maestros probablemente le estén perjudicando.  No solo está bien que las personas hablen con extraños, sino que es una habilidad de vida esperada que se vuelve cada vez más importante para todos los niños a medida que crecen y se vuelven más independientes de sus padres.  Debido a que los niños con autismo a veces están muy basados en las reglas y compartimentados, enseñarles a no hablar con extraños cuando tienen cuatro años podría manifestarse a los catorce años en ellos al negarse a pedir el almuerzo a un cajero en restaurante de comida rápida porque el cajero es un extraño.  En lugar de insistir en que todos los extraños son peligrosos, a los niños se les debe enseñar cómo determinar la diferencia entre el espeluznante conductor de la camioneta en la televisión y los extraños “seguros” o esperados que se encuentran en la vida diaria.  

    Una manera de hablar sobre extraños seguros es describir a quién un estudiante podría esperar ver en un lugar determinado y cómo se ven esas personas.  Por ejemplo, podemos esperar ver cajeros, almacenistas y carniceros en la tienda de comestibles y es probable que cada uno use un uniforme con una etiqueta de identificación que los identifique claramente como alguien que trabaja en la tienda.  En un restaurante esperaríamos ver anfitriones, camareras y cocineros, nuevamente cada uno con un uniforme y/o etiqueta de identificación que los identifique como empleados del restaurante.  Cuando un niño es capaz de identificar en estos lugares a los extraños como seguros o esperados, ellos serán capaces de saber a quién acudir por ayuda si es necesario, así como ser más capaces de anticipar las personas que podrían hablar con ellos en un entorno determinado.

    Es importante identificar los diferentes tipos de personas conocidas y desconocidas que los niños podrían encontrar a lo largo de su día, comprender el tipo de interacciones que se esperan con estos extraños es igualmente vital.  Un niño pequeño con TEA que identifica al cajero como un extraño seguro dentro del banco también debe entender que no está bien abrazar o besar al cajero y que el cajero tampoco debería de besarlo o abrazarlo.  El cajero del banco debe ser identificado como una persona que puede ayudar a completar una tarea en el banco o ayudar al niño si se pierde.  Los niños con autismo pueden ser muy confiados y podrían pensar que el extraño o “ayudante de la comunidad” identificado puede considerarse un amigo o conocido, especialmente si los mismos trabajadores son visitos una y otra vez en las tiendas frecuentadas por la familia del niño.  Los niños necesitan entender que este no es el caso, incluso con familiares extraños que son muy amigables, ya que el niño podría generalizar en exceso sus relaciones con extraños esperados a todas las personas desconocidas.  Por ejemplo, si Frank identifica que Susan, una empleada en la tienda Target local, es una extraña muy amable y no le importa que Frank le sostenga la mano, Frank tal vez comience a pensar que está bien sostener la mano de cualquier empleado de Target.  Si bien este puede ser un comportamiento lindo de un niño pequeño, ciertamente no será visto tan amablemente cuando Frank sea un niño de trece años y todavía trate de tomar la mano de los empleados de la tienda.  Del mismo modo, si Frank está acostumbrado a tomar la mano de Susan y algún día confunde a otro comprador con Susan, puede encontrarse sosteniendo la mano de un extraño desconocido potencialmente inseguro.  O peor aún, un comprador que ha notado la afinidad de Frank durante los 3 segundos que su madre no está prestando atención, podría salir de la tienda con él, y con Frank sin pensar nada de la situación porque está acostumbrado a tomarse de la mano con extraños en la comunidad.

    Es por razones como estas que los niños con TEA necesitan entender no solo con quién deben interactuar en la comunidad, si no también cuáles son los comportamientos esperados durante estas interacciones.   

    Representación Visual

    stranger-safety-circles-program-rainbow-colors-and-descriptionsEnseñar sobre extraños seguros y comportamientos esperados con ellos puede ser difícil. Una representación visual que se ha utilizado con éxito para enseñar a los estudiantes con TEA sobre las diferentes personas que encuentran en sus vidas y los límites sociales esperados con estas personas es la de colores, anidados y concéntricos.  El círculo más pequeño, en el medio de todos los demás círculos, representa el individuo, en este caso en niño con autismo.  El siguiente círculo generalmente representa a la familia del niño, el otro círculo alrededor representa sus amigos, maestros u otras personas con las que se encuentran regularmente, y finalmente el círculo más grande es para extraños.  Cada círculo y su correspondiente etiqueta y color se pueden discutir en términos de quién estaría en ese círculo y los tipos de conversación, tacto y comportamiento que serían apropiados en cada uno.  

    Por ejemplo, las personas en el “círculo familiar azul” de Samantha incluyen a mamá, papá, hermano Timothy, Nana y tío Joe.  Está bien abrazar y besar a las personas en su círculo azul, si ella quiere, y decirles que los ama.  Esto podría contrastar con su círculo de “ayudantes comunitarios en el color naranja”, en el que se encuentran muchos de los extraños “seguros” que podría encontrar durante el día, como un cajero en la tienda de comestibles, un cajero bancario y un guardia de cruce.  Estas podrían ser personas a las que ve regularmente, pero no conoce bien, y el comportamiento apropiado puede ser saludar, lo contrario de estrechar la mano o abrazar lo cual es lo que sucede con personas en otros círculos.  El círculo más grande y externo a menudo es rojo y etiquetado como extraños (aquí es donde se encontraría el espeluznante conductor de camioneta mencionado anteriormente).  

    Al enseñar sobre los diferentes círculos, los colores pueden convertirse en señales útiles para utilizar en escenarios de la vida real. Por ejemplo, si Samantha intenta abrazar a un mesero desconocido en un restaurante, sus padres podrían recordarle que el mesero está en el “círculo anaranjado” e indicarle que salude en lugar de abrazar.  A medida que el niño (su familia y maestros) se familiarizan más con los círculos, sus colores y los comportamientos esperados en cada uno, es posible que solo necesite una señal verbal de “círculo naranja” o un gesto sutil de saludo con la mano para recordarle el comportamiento apropiado.  

    La representación del círculo no solo ayuda a los niños autistas a comprender cómo deben actuar dentro de cada círculo, sino que también ayuda a aclarar los comportamientos que pueden esperar de los demás en cada círculo.  Por ejemplo, Jonathan podría saber que se supone que no debe besar a sus maestros, los cuales están colocados en su “círculo amarillo de conocidos”.  Pero eso también significa que los maestros y cualquier otra persona en su círculo amarillo tampoco deberían besarlo.  

    Zonas grises

    Como con la mayoría de las cosas en la vida, estos límites sociales no siempre son tan blancos y negros. La representación de círculos tiene algunas áreas grises que los padres necesitan para ayudar a sus hijos a entender de forma individual. Por ejemplo, los médicos pueden colocarse en el círculo amarillo de conocidos de un niño, que generalmente se puede caracterizar con un comportamiento como apretones de manos o saludos. Sin embargo, durante un examen físico de rutina, un médico puede tocar a un niño de maneras que generalmente solo son aceptables para las personas en un círculo azul, como los padres y los miembros cercanos de la familia. Los padres deben hablar con sus hijos sobre las personas que cumplen con estos diferentes criterios o tal vez crear un círculo para "adultos a los que se les paga para que me cuiden" que puede contener médicos, asistentes de cuidado personal (PCA), niñeras u otras personas que potencialmente tocarán y hablarán con el niño de maneras que generalmente están reservadas para miembros cercanos de la familia.

    Otra área gris a veces puede ocurrir con miembros de la familia extendida. Si Jonathan solo ve a su tía una o dos veces al año, es posible que no quiera abrazarla porque no la conoce muy bien. En este caso, la tía puede ser colocada en su "círculo de amigos verdes" o "círculo amarillo de conocidos", a pesar de que técnicamente es un miembro de la familia. Los niños nunca deben ser obligados a "ir a abrazar a la tía Linda" si no se sienten cómodos con el tacto, independientemente del círculo del que esa persona pueda ser parte. También es importante darse cuenta de que las personas en un círculo podrían moverse a un círculo de color diferente. Por ejemplo, si la tía Linda compra la casa de al lado y ella y Jonathan construyen una gran relación, ella puede ser trasladada al "círculo familiar azul". Las relaciones sociales a menudo cambian y las personas pueden hacer la transición dentro y fuera de varios círculos de colores con el tiempo.

    Materiales

    strager-safety-circles-rainbow-colorsEl Currículo de Círculos, un programa publicado por James Stanfield Company, utiliza la representación de los currículos con sus materiales bien establecidos, pero los padres y maestros pueden adaptar esta idea creando sus propias imágenes.  Hacer una búsqueda en Google Imágenes de “circles curriculum”, “circles curriculum autism” o “circles strangers” (entre otros) puede dar a los padres o maestros otras ideas sobre cómo crear materiales que puedan hacer e individualizar con sus hijos.  Simplemente cortar en papel de construcción círculos de diferentes colores y usar imágenes de diferentes personas para clasificar en los diferentes círculos podría ser un lugar útil para comenzar.  

    Estrategias de seguridad

     Utilizar representaciones visuales con los círculos anidados puede ser útil cuando se enseña a niños y adolescentes con trastorno del espectro autista sobre las expectativas que rodean su propio comportamiento y el comportamiento de otras personas que encontrarán en su comunidad.  Sin embargo, también podría ser recomendable que los padres generen una regla de que un niño debe pedirle permiso a un padre, maestro, niñera u otro adulto de confianza para hablar o abrazar/ estrechar la mano/ saludar a cualquier adulto.  Otra regla podría ser que estaría bien hablar con extraños, simplemente no ir a ninguna parte con ellos.  De esta manera, Frank no se estará tomando la mano de alguien en Target sin preguntarle primero a su madre sobre esto.  Ciertamente no va a salir de la tienda voluntariamente con alguien que no conoce.

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    Otros recursos:

    Enseñar a los niños con autismo sobre extraños en una tarea importante pero desafiante.  A continuación, se presentan otros recursos que los padres y maestros pueden encontrar útiles para pensar en formas significativas de enseñar habilidades de seguridad a sus niños y estudiantes con el TEA.    

    • Adir Levy, Ganit Levy, Mat Sadler (2017). What Should Danny Do? (The Power to Choose Series). Elon Books. 
    • Este artículo de parents.com está dirigido a niños de desarrollo típico, pero tiene excelentes sugerencias para enseñar seguridad con extraños a niños con autismo: http://www.parents.com/kids/safety/stranger-safety/rules-for-stranger-safety/
    • Una respuesta a una pregunta frecuente de la Sociedad Nacional de Autismo sobre cómo ayudar a un niño con autismo a comprender que no está bien abrazar a extraños, centrándose en el uso de historias sociales y círculos visuales para enseñar: http://www.autism.org.uk/living-with-autism/understanding-behaviour/behaviour-common-questions-answered/my-son-will-hug-strangers-in-the-street.aspx
    • Artículo del Centro de Investigación de Autismo en el Hospital de Niños de Filadelfia que detalla la seguridad de los extraños, así como menciona los desafíos adicionales que traen Internet y las redes sociales y enlaces a escenarios de juego de roles para niños:
      https://www.carautismroadmap.org/stranger-danger/

     

    Escrito por: Jenna Wharff, Ed.M. 

    Jenna Wharff, Ed.M.

    Written by Jenna Wharff, Ed.M.

    Jenna Wharff is a special education teacher at HOPEhouse at Cotting School, a transitional boarding school for students age 17-22 with special needs, in Lexington, MA. She specializes in helping her students prepare for life after high school by teaching independent living, vocational, and social skills as well as practical academics and providing opportunities for her students to apply what they have learned in the classroom to their everyday lives. She aims to help students and their families make the transition from special education to adult services as smooth as possible, while providing her students with the skills and knowledge necessary to lead productive and meaningful lives after leaving HOPEhouse. Jenna received her Master's degree in Mind, Brain, and Education from Harvard Graduate School of Education in 2007.

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